¿Se puede volver a amar como la primera vez?

¿Se puede volver a amar como la primera vez?

Juraba que no.

Yo era fiel creyente de que jamás volvería a amar con todo el corazón. Que con cada relación que había tenido, se había cerrado mi corazón y abierto más mi cerebro. Que me había vuelto más arisca, más necia con mis decisiones y más fría al contacto humano.

Creía haber madurado y juraba que todo lo que alguna vez leí o escribí sobre el amor, estaba muerto.

Pensaba que era un sentimiento que nacía en nuestra imaginación, un sentimiento de la idealización de las películas, los libros y las hormonas, ¿o no?

Después de tanto intentar encontrar mi película de Hollywood, tomé la decisión de estar soltera, de cerrar mi corazón hasta nuevo aviso, de viajar por el mundo y de hacer dinero. Solo quería pensar en dinero.

¿A quién estaba engañando?

Al parecer, a mi ego, mi corazón y mi cerebro… Sí, me estaba engañando solo a mí.

Cuando menos lo esperé, cuando menos lo busqué, cuando menos lo quise, él apareció. No solo él, sino el amor.

Suena extremadamente cursi, pero así fue.

Así es.

Las cosas a veces suceden porque sí, porque, como decía mi abuela:

«Cuando es para ti ni aunque te quites y

cuando NO es para ti ni aunque te ponga».

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Aunque uno a veces elige de quién enamorarse, muchas veces el corazón señala, selecciona y no queda más remedio que escucharlo, entenderlo y darle lo que pide.

Y cuando dejas que las cosas fluyan, todo se da, todo funciona.

Ahí, justo ahí, entendí que no se vuelve a amar como la primera vez, jamás se vuelve al primer amor.

Pero, ¿te digo un secreto?

Es aún mejor. Sí, muchísimo mejor que el primer amor.

Amas más que entonces, mucho más… con un camino de lecciones recorrido y un corazón preparado para entregar todo lo que alguna vez quiso dar.

Amas con cicatrices, con un pasado, con sueños rotos, pero nuevas promesas, nuevos retos, nuevos sentimientos. Amas con un corazón mucho más fuerte, pero igual de inocente.

El amor no tiene edad.

No te conformes con un amor a medias, confía en que hay alguien para ti que te amará como eres, con tus errores, tus logros, tu niño interior y tu viejo sabio, con tus ojeras y tu pelo despeinado.

Y recuerda, cuando menos lo esperas, llega, sin aviso, sin maquillaje, sin un guión, pero con ganas de entregar todo por ti, por ese sentimiento, por esa química y por ese corazón.

Cuando llegue, te darás cuenta de que es el verdadero amor,

¿Y tú, crees que puedes amar tanto como la primera vez?

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