Para esas mamás que están lejos de sus hijos. Esta es mi carta a mamá:
Mamá, nunca imaginé que crecer sería así.
QUE,
Pasaría de querer irme de la casa a querer estar ahí todos los días.
Nunca encontraría un restaurante con comida tan rica como la que tú haces.
No hay mejor consejo que el que tú siempre me has dado.
Ninguna amiga sería tan buena amiga como lo eres tú.
Pasaría de odiar hablar por teléfono a anhelar escuchar tu voz en cada mensaje.
Y que, aunque tenga la última y más moderna lavadora, mi ropa no quedaría tan limpia y oliendo tan bien como cuando la lavabas tú.
Nunca imaginé lo que realmente era la distancia, hasta que me tocó estar lejos de ti. Y qué difícil ha sido.
Por muy fuerte que me muestre y por más que te diga que todo está bien, siempre, SIEMPRE, voy a preferir estar a tu lado y te voy a extrañar, como te extraño en este momento,
porque mamá solo hay una y siempre te voy a preferir a ti.
Nunca imaginé que un día me vería al espejo y te vería a ti. Todos tus gestos, tus mañas, tus regaños… y es que soy idéntica a ti.
Nunca pensé que esas muecas las haría yo un día, que esa manía de lavar los platos la tendría tanto como tú y que el tono de tu voz algún día sería el mío.
Y es ahí cuando lo entendí todo.
Entendí todo lo que hiciste por mi durante todos estos años.
La preocupación de verme enferma, de que comiera bien, de que durmiera tranquila.
Los peligros de los que tanto hablabas y tus emociones también.
Ya entendí porqué no me buscabas de noche en una fiesta, pues ahora yo tampoco veo de noche, aunque use lentes, cosa que nunca usé.
Entendí que el hogar no es un lugar, sino una persona y que esa persona siempre has sido TÚ.
Entendí que, aunque pasen los años, tú siempre serás mi mamá y yo siempre seré tu hija y te voy a necesitar y querer en mi vida en cada instante.
Los logros no los celebro igual, si no estás tú.
Los cumpleaños no valen lo mismo, si no me cantas tú.
Las navidades no se tratan ya de regalos físicos sino de presencias y las mejores navidades son
aquellas en las que estás tú.
Gracias, gracias por…
Ser transparente ante mis errores.
Tu amor incondicional.
Tus desvelos cuando estaba fuera de casa.
Todas las veces que me has cuidado cuando estoy enferma.
Gracias por tu paciencia, tu sabiduría y comprensión.
Gracias por demostrarme que la distancia sólo nos hace más fuertes, que no hay mejor momento que el reencuentro y que, aunque pasen los años, siempre nos tendremos la una a la otra.
Y aunque no tenga la fortuna de verte a diario, tengo la dicha de llamarte “MAMÁ” y de saber que mi mejor amiga esta ahí, en algún lado no muy cercano físicamente, pero sí muy adentro en mi corazón, recordándome que soy capaz, valiente, fuerte y luchadora, que sí se puede y que no hay imposibles en la vida.
Y que, pase lo que pase, siempre tendré un hogar al que volver y unos brazos que me recibirán como si nunca me hubiera ido.
Gracias mamá, por siempre ser la mejor mamá.
4 comentarios
Helena · septiembre 23, 2019 a las 6:52 pm
Gracias a tí, por ser mi hijijita, eres un pedacito de mí. Feliz y agradecida de haber tenido unos hijos maravillosos, me hace saber que lo hice bien, porque lo hice con mucho amor. Todos tus logros y éxitos , saber que haz llegado alto y tan lejos y verte triunfar me hacen sentir y disfrutarlos como míos. Mi bendición para tí y Andy, los amo demasiado, y siempre estaré para uds. Doy gracias a Dios por ser parte de mi vida
Itza · septiembre 24, 2019 a las 7:50 pm
Que belleza, lo dijiste todo!
Zhayda · octubre 1, 2019 a las 11:57 pm
No pudiste describir mejor el sentimiento de añoranza y reflexión que da estar tan lejos de casa y de mi mamá. Es duro Neni, pero estoy segura de que cada vez que hables o veas a tu mami te va a pasar como a mi y solo vas a querer disfrutarla lo máximo que puedas.
Abuel@, eres mi héroe - El té de la becerra · octubre 5, 2019 a las 7:41 pm
[…] mamás no se quedan atrás, por eso, aquí encontrarás una «Carta a Mamá» para que se la dediques con mucho […]